La imagen de una calle alineada con árboles y coches en convivencia cobra vida con el programa de poda cíclica de Halifax, la capital y ciudad canadiense más grande de la provincia de Nueva Escocia, y el centro económico de las Provincias Atlánticas, cuya filosofía es la «poda de árboles, preservando la salud y seguridad del bosque urbano».
Este programa, basado en las mejores prácticas de gestión del arbolado urbano, opera en un ciclo de 7 años, aportando soluciones positivas y entornos más agradables.
Este enfoque proactivo de poda ofrece una gama de beneficios notables:
Mantenimiento de la salud arbórea: Al cuidar las copas de los árboles, se prolonga su vida útil, contribuyendo a un bosque urbano más robusto y saludable.
Espacio Libre Garantizado: El programa asegura que las áreas sobre carreteras, aceras y cercanas a señales cumplan con las especificaciones de espacio libre, mejorando la seguridad vial y la estética urbana.
Colaboración con infraestructura eléctrica: Los árboles son «entrenados» para crecer de manera armoniosa alrededor de la infraestructura eléctrica, en colaboración con Nova Scotia Power, demostrando un compromiso con la gestión sostenible de la vegetación.
Reducción significativa de peligros: Al eliminar ramas muertas o estructuralmente comprometidas, se reducen drásticamente los peligros asociados con los árboles, promoviendo la seguridad de la comunidad.
Amortiguadores naturales: Los árboles bien cuidados actúan como amortiguadores contra daños causados por tormentas, contribuyendo a la resiliencia de la comunidad frente a condiciones climáticas adversas.
Eficiencia de recursos: Este enfoque proactivo requiere menos recursos en comparación con estrategias reaccionarias, según lo respalda una investigación de la Universidad de Dalhousie (consulte la infografía a continuación).
La salud y la estructura de cada árbol se evalúan individualmente, y la eliminación solo se considera cuando es necesario. En caso de eliminación, se genera automáticamente una orden de trabajo de eliminación de tocones, asegurando la continuidad del arbolado urbano.
La poda se realiza principalmente en invierno, aprovechando la temporada inactiva de los árboles. Esta época permite una evaluación más precisa y segura, al tiempo que evita la temporada de anidación de aves. Aunque la poda de verano se realiza en situaciones de emergencia, se limita principalmente a trabajos de alta prioridad.
Los residentes son un componente clave en este programa. Pueden informar sobre árboles de interés municipal.
Su participación activa contribuye a mantener nuestro bosque urbano en su mejor forma, promoviendo un entorno armonioso y seguro para todos.
Fuente. https://www.halifax.ca/